01 February 2011

La cucaracha, la cucaracha! Ya no puede caminar!



Sin duda la cantidad de diversos insectos con los que me he tropezado en la clínica y en la casa en Palacios son interminables. Son las típicas arañas, moscas, cienpies, gusanos, polillas y escarabajos, nada fuera de lo normal. Además de mogollones de mosquitos. Mato cientos de ellos cada día. Sí, cansa y da rabia pero nada molesta mas tener un montón de picotazos por todo el cuerpo y un zumbido constante del mosquito en el oído. Hasta el viernes pasado por la noche, eso de los insectos se intentaba dar la menos importancia posible. Pero esa noche, mi experiencia con los insectos fue insoportable. Nunca me han gustado mucho, pero las cucarachas es algo que no puedo soportar.

Eran las 9 de la tarde. Alice estaba escribiendo como siempre en su ordenador. Yo sin mas estaba sentada hacienda absolutamente nada, puesto que mi ordenador había decidido que era momento perfecto para estropearse esa misma mañana. Becky había ido hacia su cuarto cuando oímos un chillido. Normalmente cuando chicas e insectos viven juntitos en un mismo lugar, los chillidos son muchos ya que exageran cualquier situación. Pero en esta instancia, Becky nos llamó para que viniéramos rápido. Alice salió corriendo, pero yo me quedé más hacia atrás, sin muchas ganas de ver exactamente lo que estaba ocurriendo. Al dar la vuelta a la esquina hacia el pasillo de los cuartos, desde una distancia pude ver una cucaracha de unos 10 centimetros parada tranquilamente cerca de la pared bajo las miradas horrorizadas de Becky y Alice. No sentí la necesidad de acercarme más y volví a la cocina rápidamente. En seguida la cucaracha recibió la pena de muerte a base de botellazos, gracias a Alice, la única valiente.

La puñetera cucaracha me arruinó los planes de ir a pegarme una ducha e irme a la cama. Lo miedica que soy, no quería encontrarme con otra. Solamente verle me había traumatizado completamente. Pero, después de 20 minutos, me auto-convencí de que todo estaría bien. Fui de la cocina hasta el final del pasillo donde esta mi cuarto corriendo de puntillas y escaneando el suelo por si me tropezaba con otra para no pisarla. Entré en mi cuarto, nuestro santuario libre de mosquitoes, normalmente. Dí otro repaso rápido del suelo pero no ví nada. Al ir a coger todas mis cositas para ir a pegarme una ducha, ví un movimiento minúsculo, o me lo imaginé, encima de mi ordenador, colocada encima de mi cama al lado de mi almohada. Desgraciadamente, allí me estaba esperando otra cucaracha. Parecía que se habían reunido todas las cucarachas de Palacios y había concebido un plan para estropearme mi noche. Si no me equivoco, la cucaracha también me estaba sacando la lengua. Salí corriendo rumbo a la cocina para buscar a Becky y Alice. Después de otra sesión fotográfica con Mr. Cucaracha #2, Alice y Becky muy amablemente la soltaron en la hierba delante de la casa. No hace falta decir que la hubiese aniquilado pero para eso hubiese sido necesario acercase mucho.

Desgraciadamente, la aventura con nuestras amigas cucarachas no terminó ese viernes por la noche. Por lo visto, dos más querían volver con nosotros a Santa Cruz y se metieron en mi mochila con toda mi ropa. Esta vez fue Niko, nuestra “madre” en Santa Cruz, la afortunada de encontrarlas tumbadas felizmente en nuestro habitación. Ella sí que odia las cucarachas y sin contemplación las aplastó.

Hasta luego cucarachas! Espero no volverlas a ver (aunque según don Pepe suelen visitarnos de vez en cuando).

2 comments:

  1. Hombre, así de lejos y en frío, y como no es negra ... pues no da mucho asco, ¿no? .... ¿habeís visto si vuelan? ¡porque tiene pintas de que si puede! ... ¡ME PICA TOOOOOOOODOOOOOOOOOOO!

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  2. EWWWWWWW!!!!!! i would have sprayed down the entire house, don't you have Raid somewhere?!?

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