09 February 2011

Valeri, una paciente especial

No quiero decir que un paciente es mas importante que cualquier otro que aparece en la clínica, pero a veces después de varias consultas en Santa Cruz con los pocos pacientes que lo necesitan, empiezas a acordarte de sus nombres, de sus familias, de sus vidas personales. Ocurre una transformación; pasan de ser pacientes a ser personas, individuos. Una de las primeras chicas que conocí así fue Valeri Gonzalez Dominguez.

Escribí un artículo para la página web de la clínica. Cuatro veces al año, los coordinadores escriben de las novedades de esa temporada, de pacientes nuevos, de cualquier cosa relacionada con la clínica. Aquí esta el link para la página si te interesa::: Centro Médico Humberto Parra Newsletter. Esta en inglés pero bueno, hay un par de fotos también. Y aquí esta el artículo que escribí yo de Valeri, traducido claro.

----Valeri Gonzalez Dominguez, una chica de 11 años del pueblecito cercano de Buena Vista, es una de las primeras pacientes que conocí y con la que he pasado bastante tiempo en el Hospital Japonés en Santa Cruz visitando especialistas. Valeri había pasado por la clínica mucho antes de mi llegada, principalmente por síntomas de "bichos" pero de vez en cuando se quejaba de dolor en la espalda, una queja que parece que fue ignorada. Este enero, le atendió una pediatra estadounidense, quien inmediatamente vió la escoliosis. Su espina vertebral tenía una curva enorme, de mas de 30 grados de su posición normal! Para mi, hasta sin conocimientos médicos, era obvio que se necesitaba hacer algo enseguida.

La primera vez que conocí a ella y a su familia fue en el Hospital Japonés. Antes de esa mañana nunca la habia visto, pero lo que primero me cogió la atención fue su sonrisa enorme, de oreja a oreja. La seguían su madre y dos hermanos. Esa mañana, junto a todas las consiguientes mañanas de consultas, parecía gustarle estar en compañía mía y de Alice. Durante las largas esperas en el hospital, siempre le preguntaba "Como estas? Aburrida?" pero me respondía, en su voz tímida, "No. Bien." Valeri nunca se quejaba de las horas interminables en la sala de espera. Pasaba el tiempo jugando con mi pelo, tarareando en voz baja, o incordiando a sus hermanos.

Estas últimas dos semanas han sido muy frustrantes. Algunos médicos parecían no darse cuenta de la escoliosis. Otros proponían que el dolor era muscular, tratándolo simplemente con ibuprofeno. Pero la curva de su columna es tan grande que sin mas estando de pie le causa dolor. Al ser joven, todavia se podría corregir sin cirugía, pero cuanto antes posible mejor. Después de ir de doctor en doctor, creo que por fin hemos llegado a la última consulta, con el Dr. Crespo, un cirujano torácico en el Hospital Japonés. Estas próximas semanas, el futuro de Valeri será mas claro y esperemos que un poco menos doloroso.

Aun después de que le consigamos todo el cuidado médico que necesite y ya no requiera la ayuda de la fundación, nunca me olvidaré de todas las veces que nos despedíamos después de una larga mañana en Japonés. Yo siempre le decía "Hasta luego!", ella me decía "Ciao!", seguido por un beso mojadito en la mejilla, y luego se iba corriendo para alcanzar al resto de su familia.----

Sé muy bien que Valeri no será la última paciente que conoceré y después de encontrarle tratamiento probablemente nunca verla otra vez. Pero me hace sentir bien sabiendo que muchos no recibirían cuidado médico sin nuestra fundación. (Ya pondré una foto suya cuando pueda. Esa una chica maja =])

1 comment:

  1. Muy bonita experiencia, siempre hay personas en este mundo que dejan una huella en tí y esta vez le ha tocado a Valeri. Que Dios te guíe y te de la fuerza necesaria para ayudar a muchas Valeris. Miguel.

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