27 February 2011

Primera parada: Potosí

En algun punto durante el viaje
Salimos de Santa Cruz por la tarde en un autobus. Una pena que hicimos el viaje de noche porque nos perdimos unas vistas impresionantes de las montañas. El camino, claro, no fue muy directo, ya que esta zona es muy montañosa. Y además no tuvimos el lujo de ir por carretera de asfalto, sino por caminitos de barro y rocas sin protección ninguna de las caidas por los precipicios, al que muchas veces nos acercamos demasiado para mi gusto. Al ser una de las únicas despiertas a las 3 de la mañana, me sentí obligada a rezar un poquito. Pero, después de unas 20 horas largas en un par de autobuses incómodos y llenos de gente que aparentemente nunca habían oído del higiene personal (y que por alguna razón les gustaba mantener las ventanas cerradas), por fin llegamos a Potosí, la ciudad más alta del mundo, a unos 4.100 metros de altura por encima del nivel del mar.

Unos de los muchos pueblecitos que pasamos

El primer día en Potosí no hicimos mucho. Visitamos un par de catedrales y luego encontramos el restaurante San Carlos donde compartimos un par de platos de llama. 

Catedral y Cerro Rico al fondo
Al día siguiente primero fuimos en un tour de las Minas Cooperativas. En el Cerro Rico, la montaña donde encontraron plata en el siglo XIX y por eso fundaron la ciudad de Potosí, siguen trabajando unos 10.000 mineros, cada individuo o grupo trabajando por si mismo, contando con la suerte para encontrar suficientes minerales para cubrir sus gastos. Por dentro de la mina, cada tunel parecía que podría colapsar en cualquier instante, no porque parecía inestable, pero porque sin soportes aguantando 'el techo' no me fiaba mucho.  En la mayoría de los tuneles principales hacía fresquito pero al adentrarse más a los tuneles donde trabajaban los mineros, la temperatura se acercaba más a los 35 C. Y con los trajes plasticosos que nos habian puesto, aun más dificil se hizo soportar el calor. Un trabajo muy duro y humilde el de los mineros. De 9 a 6 trabajando todos los días en esas condiciones sin saber de seguro que encontrarían minerales.


vista de Potosí desde la entrada a la mina, a unos 4.300 metros

La guía también nos enseñó el dios de la mina, quien se llama Jorge y al que hacen ofrendas cada viernes. Esta tradición comenzó en el periodo colonial cuando los españoles tenían esclavizados a los indígenas, forzándoles a trabajar dentro de la mina en turnos de 6 meses sin salir. Entonces los españoles les dieron un dios al que rezar para mantenerles sanos.

el Dios Jorge
Por la tarde pasamos por La Casa Nacional de Moneda, un edificio que existe desde 1572. Antes servía para fabricar monedas y ahora de museo. Después del tour salimos corriendo hacia la terminal de autobuses para salir esa noche hacia Uyuni. 

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