Mi último viaje durante mis seis meses en Bolivia. Alek y yo escogimos como destino a Cochabamba, una ciudad entre Santa Cruz y La Paz. Sin mas buscábamos unos cuantos días de ‘relax’. Y eso es exactamente con lo que nos encontramos.
Primero lo de siempre, lo que ya os conocéis: autobús por la tarde, 12 horas de ida y por fin la llegada a la mañana siguiente. Y esta vez puedo decir que… ¡dormí! Me quedé frita en cuanto salimos de la estación de autobuses. Y gracias a mi cansancio, se me acortó mucho el viaje.
Primera impresión de la ciudad: maravillosamente bella. Bueno, por lo menos comparado con las otras ciudades bolivianas que he tenido el placer de haber visitado. Y además una ciudad muy facil de navegar. El primer día exploramos un poco. Nicky, una de las voluntarias en la clínica, había vivido en Cochabamba unos dos meses antes de venir a Santa Cruz; nos recomendó un par de sitios y por allí fuimos. El Mercado La Cancha, famoso sitio de la ciudad, no nos impresionó mucho. Nos pareció como cualquier otro mercado al aire libre en Bolivia. Pero las plazas preciosas. No como Santa Cruz, podías ver parquecitos y rotondas con flores. Se notaba un poco mas de interés en el ‘look’ de la ciudad.
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¡NO TOQUE BOCINA! |
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una de las muchas plazas |
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los micros coloridos de la ciudad |
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catedral en la plaza principal |
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Cochabamba |
Para almorzar encontramos un restaurante cochabambino, nuestro descubrimiento favorito: el restaurante Tunari (mismo nombre que la cordillera que rodea la ciudad). Allí encontramos el mejor chorizo que he comido: chorizo criollo. Y mi plato para la cena, que tampoco estaba nada malo: sillpancho (carne de lomo de vaca, dos huevos encima, arroz y patatas fritas debajo).
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chorizo criollo |
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sillpancho |
Y devuelta a Tunari para probar el famoso pique macho de Cochabamba, platazo completo con pollo frito, ubre, chorizo parrillero argentino, morcilla, carne de vaca, carne de chancho (cerdo) y chorizo criollo. Todo por encima de patatas fritas. Mmm mmm.
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¡Pique Macho! |
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El Prado de noche |
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